fuentes de energía no renovables

¿Qué tanto impacto tienen las fuentes de energía no renovable en el deterioro del medio ambiente?

Las energías no renovables o energías convencionales, son todas aquellas fuentes de energía que pese a encontrar su origen primario en la naturaleza, requieren de la explotación de recursos que poseen cantidades limitadas; por ende, una vez consumidas en su totalidad, no pueden ser producida y sustituida por otro recurso sustituto.

Seguidamente, sumado al hecho de que no son económica ni industrialmente viables, es bien conocido por la comunidad científica internacional que estas suelen producir un grave impacto en la estabilidad y bienestar de los recursos ecológicos y ambientales de su entorno.

Dejando de este modo la duda de ¿Qué tan dañino es realmente el impacto de dichas fuentes para la estabilidad del medio ambiente?

Impacto de las fuentes de energía no renovable en el medio ambiente global

Pese a que múltiples sectores de la sociedad pueden coincidir en el hecho de que el consumo de energía regular y abundante es indispensable para el desarrollo económico y social de una nación; es imposible negar los síntomas de un deterioro presente en el medio ambiente por la explotación de fuentes no sostenibles con el fin de saciar dichas necesidades.

De este modo, temas como alto índice de uso de energía eléctrica producida de fuentes no renovables empiezan a dar cifras preocupantes cuando observamos casos como el de España, que sumado al hecho de que posee una alta dependencia energética de fuentes exteriores a su frontera, dichas energías de las cuales un 91% no se consideran renovables.

Seguidamente, este consumo constante de dichas fuentes presente en distintos países del mundo desencadena una serie de repercusiones en los recursos ambientales y naturales de todos los países, siento parte de los principales:

La constante producción de residuos, no renovables ni reciclables.

El grave deterioro de las los recursos agrícolas que, según el primer informe del IPCC, representaría una disminución de entre un 10 % y un 30 % de la media de producción de alimentos de esta índole para el 2020.

Aceleración del deterioro de los recursos hídricos, principal preocupación de las organizaciones ambientales de la actualidad, y una de las principales fuentes de producción limpia de energía.

Aumento del volumen de tráfico marítimo y terrestre que ocasiona frecuentes y lamentables daños ambientales  

Extinción de formas de vida producto del daño ambiental generado por dichas fuentes.

Acelerado aumento de conflictos políticos y sociales por la posesión y control de yacimientos.

Por enumeradas razones como esta, se ha vuelto indispensable la necesidad de optar por soluciones energéticas que nos ayuden a poner un pie directo, hacia el futuro de las fuentes de energías no convencionales.