La Tortuga Golfina también conocida como Tortuga Olivácea (Lepidochelys olivacea) es sin lugar a dudas una de las especies más características de la fauna marina de nuestro país. Pese a esto, durante años esta ha sido catalogada como una especie amenazada de peligro de extensión, ubicándose hoy en día en estado de vulnerabilidad.
Preocupados por esta situación, por más de nueve años la empresa Lufussa, fundada por los hermanos Schucry, Luis y Eduardo Kafie han sido partícipes de diferentes proyectos que buscan la conservación y protección de esta importante especie, apoyando de manera activa las diferentes actividades de conservación realizadas dentro la temporada de veda establecida dentro de las zonas del Golfo de Fonseca.
Un ciclo que gira en torno a la vida
El proceso de reproducción de la tortuga golfina es quizás una de las más maravillosas formas de poder apreciar la lucha por la supervivencia.
Anualmente, entre los mediados de junio y diciembre, la tortuga golfina comienza su temporada de anidación. Llegando a ser un sorprendente espectáculo de sincronización ya que en ocasiones, estas pueden organizarse de tal manera que en tan solo una costa pueden arribar al mismo tiempo más de cientos de hembras, las cuales acuden en la noche para desovar al menos unos 100 huevecillos.
Para ejecutar este proceso de forma exitosa, estas cavan un agujero que puede llegar a medir unos 55 centímetros de profundidad en la arena de la playa, tomando en consideración factores tan delicados como la temperatura, pues de esto dependerá el sexo de las tortuguitas que nacerán.
Finalmente, tras unos estimados 55 días de incubación, las pequeñas crías romperán el cascarón y emergerán de la arena al mundo, tomando su trayecto hacia la costa en la cual no estarán supervisadas por la madre, guiándose exclusivamente por su instinto en un ambiente completamente lleno de depredadores.
Siempre de vuelta a su hogar
Uno de los factores de mayor importancia en la preservación de los espacios de anidación de la tortuga golfina, es que en el lugar donde una tortuga golfina nace es donde probablemente vuelva a dar a luz el resto de su vida.
Por esta razón, es indispensable que las acciones de protección de espacios como el Golfo de Fonseca no pueden ser abandonadas, ya que si se extingue dicho espacio producto de la caza indiscriminada, ya nunca se podrá recuperar como la fuente de vida que hoy en día es.
Desde Lufussa entendemos este hecho, motivo por el que desde más de 9 años hemos dado nuestro apoyo a la preservación de la vida silvestre en espacios como el Golfo, en el cual, pese a todas las acciones realizadas para la preservación y la liberación de más de 400,000 pequeñas tortugas, la caza por su piel y su carne, y la comercialización de sus huevecillos como plato exótico, ponen cada día en peligro la vida de una especie tan significativa para nosotros como lo es nuestro propio país.