La empresa Lufussa, miembro del Grupo Luz y Fuerza (GLF), firmaron un convenio de colaboración con las instituciones que conforman la Comisión de Verificación y Control del Golfo de Fonseca (CVC-GOLF) y la Secretaría de Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente) con el objetivo de conservar e incrementar la población de tortugas golfinas en el Golfo de Fonseca hondureño.
Forman parte de la CVC-GOLF la alcaldía municipal de Marcovia, la 101 Brigada de Infantería, Pro-Golfo, Codefagolf, Digipesca, Andah, la UNAH y representantes de la sociedad civil de la zona sur del país.
Todos los años, a principios de septiembre, el sur de Honduras es testigo de la llegada de cientos de tortugas que se adentran en el Golfo de Fonseca para desovar. En su breve visita a las playas de la región, cada una de ellas dejará entre 80 y 120 huevos que 45 días más tarde eclosionarán.
A pesar del elevado número de huevos, las tortugas que llegan a adultas son muy pocas. Constantemente los nidos son atacados por animales, impidiendo que muchas de ellas lleguen siquiera a nacer. Las que sí lo hacen y logran atravesar la arena de la playa, han de superar una larga travesía en el mar llena de obstáculos, entre ellos aves y peces, lo que hace que sólo unas cuantas consigan salir del golfo y alcanzar la edad adulta.
La tortuga golfina se ha convertido en un símbolo de identidad de las comunidades costeras del sur de Honduras y su protección se ha hecho indispensable para intentar revertir el proceso de extinción. Para detener esta tragedia, los habitantes de El Venado, Punta Condega, Punta Ratón, Cedeño y Boca del Río Viejo, comunidades situadas en el municipio de Marcovia, Choluteca, se organizan en auténticas brigadas para patrullar las playas y recoger los huevos que las tortugas abandonan a su suerte, trasladándolos a unos viveros que vigilan 24 horas al día, a la espera de que nazcan las nuevas tortugas del golfo.
Lufussa por los últimos nueve años ha venido entregando recursos para la compra de materiales, adquisición de combustibles, pago por asistencia técnica especializada durante la siembra e incubación de huevos, nacimiento de neonatos, liberación y tabulación de datos biológicos, entre otras actividades.
Hasta la fecha se han liberado más de 400,000 tortuguitas como resultado de este programa.
Firmaron el convenio Christopher Kafie, representante de Lufussa; Nahúm Cálix, alcalde de Marcovia y presidente de la CVC-GOLF, y José Antonio Galdámez, ministro de Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente).
Christopher Kafie, de Lufussa, se mostró satisfecho con la firma de este convenio: “Este será el noveno año que llevamos apoyando este importante programa. Con la firma de este convenio reiteramos que Lufussa, además de generar la energía que Honduras necesita para su desarrollo al precio más bajo, prioriza el cuidado del medio ambiente, así como el mejoramiento del nivel de vida de nuestras comunidades vecinas. Quiero aprovechar también para felicitar a CVC-Golfo, MiAmbiente, las comunidades y pescadores de la zona sur por su compromiso, ya que son elementales para el éxito de la conservación de la tortuga golfina”.