Almacenamiento energético

¿Cómo se realiza el almacenamiento energético?

El almacenamiento energético es una forma en la cual se conserva, en la medida de lo posible, una cierta cantidad de energía para luego utilizarla en la misma forma en la que se recolectó o de forma distinta. Hay algunas maneras que son las más comunes para realizar estos procesos y que no generan consecuencias graves para el medio ambiente. Existen algunos equipos mecánicos que funcionan almacenando energía y consumiéndola lentamente, lo que quiere decir que se retroalimentan, mientras que otros, como los alimentos, consumen la energía directamente del sol.

Almacenamiento energético en pocos pasos

Es a través de este mecanismo como se puede almacenar energía en electroquímicos, en eléctricos, en mecánicos, en potenciales y en térmicos, aplicando distintas metodologías para aprovechar de mejor forma las energías provenientes de distintas fuentes.

 

Si por ejemplo se realiza un almacenamiento energético a través del bombeo reversible, se bombea agua desde un embalse a otro que se encuentra a mayor altura, aumentando la energía potencial de la masa de agua bombeada. Cuando se requiera un pico de energía eléctrica, se deja caer el agua del embalse superior al que se encuentra situado a menor altura, haciendo pasar esa agua por una turbina y generando electricidad. Tienen la ventaja de que la vida útil que presentan es casi ilimitada, se habla de 50 años o incluso más. El bombeo reversible es la primera fuente de almacenamiento de energía a nivel mundial con 127 GW instalados.

 

Otra forma en la que se puede realizar almacenamiento energético es a través del almacenamiento de aire comprimido, en los cuales cuando la demanda es baja, se ponen a trabajar unos compresores para comprimir aire y en los momentos en los que la demanda sea alta se emplea ese aire comprimido para mover una serie de turbinas las cuales generan electricidad. El almacenamiento de este aire a presión se puede hacer bien bajo tierra, en cavernas, acuíferos o minas, o bien sobre tierra en depósitos.

 

También se puede aplicar el almacenamiento a través de hidrógeno, en el cual se genera hidrógeno mediante electrólisis del agua. Cualquier de estas tres formas pueden servir para realizar almacenamiento energético y lo más importante es que ninguna de ellas afecta al medio ambiente, permitiendo reutilizar las energías almacenadas de forma adecuada y para los procesos adecuados, generando más ventajas que desventajas para nuestro planeta.

De cualquier forma, el fomento de estos almacenamientos nos puede llevar a ser una sociedad más ecológica y menos contaminada, además de permitirnos ser independientes energéticamente como países.